MADRE SOLO HAY UNA.
Resulta que a Jaimito y a toda la clase le mandan a realizar una composición sobre el día de la madre con la expresión: ¡Madre solo hay una!
Pues bien, al día siguiente todos los muchachitos llevan su composición y la maestra dice: A ver Luisito léeme su composición.
Luis declama:
Iba yo cabalgando sobre mi potro salvaje que se desboca y mi madre me toma sobre sus brazos y me salva, porque: ¡Madre, solo hay una!
La maestra vuelve y dice:
María léeme el tema de su composición.
A lo que María responde:
Las olas en la playa estaban agitadas y me hundí en sus profundidades, de repente la mano salvadora de mi madre me llevó a superficie, porque: ¡Madre solo hay una!
A ver Jaimito, dígame su composición.
Ibamos mi madre y yo por el seco desierto cuando atisbamos unas carpas de un campamento árabe, sedientos nos acercamos a una de las tiendas y entramos. En ella había una nevera la cual abrí y ví una coca cola que quedaba en el fondo y dije:
¡Te QUIERO madre, solo hay una!
Ainhoa.
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