Era media noche en Berlín, yo sabía que me seguían. Me metí en un callejón y torcí a la esquina, entonces cargue la pistola, le puse el silenciador y ... A la mañana siguiente me desperte y baje al comedor, me alojaba en el Winters Hotel. Desayune rápido y me fui al mercado a reunirme con Albert Dalton, el corrensponsal de la agencia secreta en Alemania. A la una me reuní con el, le conté todo lo sucedido. El me conto que Boris, nuestro archienemigo, estaba planeando algo. Comí poco. A la tarde me puse a buscar, conseguí encontrar la víctima de anoche y encontré un papel en su chaqueta. Ponía: C/Kurfürstendamm, 96. Me dirigí allí no había gran cosa, dos bares, una mercería, una barvería y .....una tienda abandonada.Entre en la tienda pero no había nada, entonces descubí una trampilla. Bajé unas escleras y, ¡allí estaban! Me vieron, eche a correr, me perseguían tres hombres con pistolas que corrían muy rápido doble a la izquierda y después a la derecha y así hasta la puerta de Brandemburgo. Allí cogí un taxi, pero me acorralaron y me hicieron salir,entonces perdí el conocimiento. Eso es todo lo recuerdo. Ahora escribo desde Zaragoza este relato en memoria de mis recuerdos en la agencia seceta.
Javier Monreal
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