Pirata Garrapata en África

El pirata garrapata tenía un barco con una tripulación muy grande. Entre su tripulación había un hombre llamado Carafoca, que siempre se metía en problemas o pensaba cosas que en realidad no eran así, sino distintas a lo que él decía.

Un día una paloma traía una carta en su pico para Garrapata. Este leyó lo que ponía la carta en voz baja, y de repente gritó a su tripulación que subieran al barco y que se pusieran rumbo a África. Más tarde, Carafoca preguntó a Garrapata qué era lo que ponía en la carta, y dijo que la había mandado su novia Floripondia, diciendo que unos hombres le habían secuestrado y que fueramos a salvarle.

Cuando llegaron a África buscaron un terreno para poder alojarse allí unos cuantos días. Encontraron uno y lo quisieron llamar el campamento de las ballenas.

Al día siguiente empezaron la busca de Floripondia. Caminaron un buen rato y se encontraron con un hombre que vendía a unos criados negros. Garrapata quiso comprar mogollón, no sabía para qué, pero los compró.

Pasaron muchos días en los que tuvo unos cuantos problemillas, como por ejemplo que Carafoca decía que venía un conejo y resulta que se trataba de un rinoceronte que les destrozó todo el campamento.

Al final de otras muchas cosas como esa, consiguieron salvar a Floripondia de los secuestradores. Se fueron a casa y ya no se separaron nunca más.